إِنَّ لِلۡمُتَّقِينَ مَفَازًا
Ciertamente, los piadosos triunfarán.
حَدَآئِقَ وَأَعۡنَٰبٗا
Tendrán jardines y viñedos (en el paraíso),
وَكَوَاعِبَ أَتۡرَابٗا
y huríes de eterna juventud[1] de la misma edad,
1- Literalmente, la aleya dice: «Y huríes de firmes senos», para describir la eterna juventud de dichas mujeres del paraíso.
وَكَأۡسٗا دِهَاقٗا
y copas rebosantes (de un vino no embriagador).
لَّا يَسۡمَعُونَ فِيهَا لَغۡوٗا وَلَا كِذَّـٰبٗا
No escucharán en el paraíso banalidades ni mentiras.
جَزَآءٗ مِّن رَّبِّكَ عَطَآءً حِسَابٗا
Esa será su recompensa: una concesión generosa por las acciones que realizaron, de parte de tu Señor,
رَّبِّ ٱلسَّمَٰوَٰتِ وَٱلۡأَرۡضِ وَمَا بَيۡنَهُمَا ٱلرَّحۡمَٰنِۖ لَا يَمۡلِكُونَ مِنۡهُ خِطَابٗا
el Señor de los cielos y de la tierra y de cuanto hay entre ellos, el Clemente. Nadie podrá pronunciar palabra (sin Su consentimiento).
يَوۡمَ يَقُومُ ٱلرُّوحُ وَٱلۡمَلَـٰٓئِكَةُ صَفّٗاۖ لَّا يَتَكَلَّمُونَ إِلَّا مَنۡ أَذِنَ لَهُ ٱلرَّحۡمَٰنُ وَقَالَ صَوَابٗا
Ese día el ángel Gabriel se presentará junto con los ángeles alineados y solo hablará aquel a quien el Clemente conceda permiso y no dirá sino la verdad.
ذَٰلِكَ ٱلۡيَوۡمُ ٱلۡحَقُّۖ فَمَن شَآءَ ٱتَّخَذَ إِلَىٰ رَبِّهِۦ مَـَٔابًا
Ese será el Día Ineludible. Quien quiera, pues, que tome el camino que lo lleve a Él (obedeciéndolo para estar a salvo de Su castigo).
إِنَّآ أَنذَرۡنَٰكُمۡ عَذَابٗا قَرِيبٗا يَوۡمَ يَنظُرُ ٱلۡمَرۡءُ مَا قَدَّمَتۡ يَدَاهُ وَيَقُولُ ٱلۡكَافِرُ يَٰلَيۡتَنِي كُنتُ تُرَٰبَۢا
Realmente, os hemos advertido de un castigo cercano. Ese día el hombre verá las acciones que realizó, y el que rechazó la verdad dirá: «¡Ojalá fuera polvo (y no hubiera existido nunca para no ser castigado)!».