لِإِيلَٰفِ قُرَيۡشٍ
(Sorpréndete junto con los creyentes, ¡oh, Muhammad!) de las gracias a las que está acostumbrada la tribu de los Quraish[1].
1- Algunos exégetas opinan que esta sura es una continuación de la anterior y, por lo tanto, podría entenderse que lo que Al-lah hizo con la gente del elefante fue para garantizar la seguridad de la que gozaban los Quraish, la tribu más importante de La Meca a la que pertenecía el Profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz—, quienes eran grandes mercaderes y eran respetados por las tribus de los alrededores.
إِۦلَٰفِهِمۡ رِحۡلَةَ ٱلشِّتَآءِ وَٱلصَّيۡفِ
Están acostumbrados a viajar (con seguridad) en invierno (a Yemen) y en verano (a la Gran Siria).
فَلۡيَعۡبُدُواْ رَبَّ هَٰذَا ٱلۡبَيۡتِ
Que adoren, pues (en agradecimiento), al Señor de esta casa (la Kaaba)[1],
1- El Señor de la Kaaba se refiere a Al-lah.
ٱلَّذِيٓ أَطۡعَمَهُم مِّن جُوعٖ وَءَامَنَهُم مِّنۡ خَوۡفِۭ
Quien les proporciona alimento para que no padezcan hambre y seguridad para que no teman.