إِنَّمَآ أُمِرۡتُ أَنۡ أَعۡبُدَ رَبَّ هَٰذِهِ ٱلۡبَلۡدَةِ ٱلَّذِي حَرَّمَهَا وَلَهُۥ كُلُّ شَيۡءٖۖ وَأُمِرۡتُ أَنۡ أَكُونَ مِنَ ٱلۡمُسۡلِمِينَ
Diles (¡oh, Muhammad!): “Se me ha ordenado adorar al Señor de esta ciudad (de La Meca), Quien la ha hecho sagrada y a Quien pertenecen todas las cosas, y se me ha ordenado ser de los que se someten a la religión de Al-lah,
وَأَنۡ أَتۡلُوَاْ ٱلۡقُرۡءَانَۖ فَمَنِ ٱهۡتَدَىٰ فَإِنَّمَا يَهۡتَدِي لِنَفۡسِهِۦۖ وَمَن ضَلَّ فَقُلۡ إِنَّمَآ أَنَا۠ مِنَ ٱلۡمُنذِرِينَ
así como recitar (a los hombres) el Corán”. Quien lo siga lo hará en su propio beneficio, y a quien se extravíe desviándose de él, dile: “Yo no soy más que un amonestador”.
وَقُلِ ٱلۡحَمۡدُ لِلَّهِ سَيُرِيكُمۡ ءَايَٰتِهِۦ فَتَعۡرِفُونَهَاۚ وَمَا رَبُّكَ بِغَٰفِلٍ عَمَّا تَعۡمَلُونَ
Y di: “¡Alabado sea Al-lah! Les mostrará las pruebas de Su poder (y unicidad) y las reconocerán”. Y tu Señor no deja pasar por alto lo que hacen.