أَلَمۡ تَرَ كَيۡفَ فَعَلَ رَبُّكَ بِأَصۡحَٰبِ ٱلۡفِيلِ
¿Acaso no has reparado en lo que Al-lah hizo con la gente del elefante[1]?
1- Este episodio tuvo lugar el año en que nació el Profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz—. El entonces rey de Yemen, llamado Abraha, planeó destruir la Kaaba con un ejército montado sobre elefantes, para que la gente fuera a su país y no a La Meca para realizar la peregrinación. Un elefante, el mayor de todos, iba al frente de la expedición. Cuando se acercaron a la Kaaba el elefante se detuvo y se sentó, negándose a continuar. Entonces Al-lah castigó al ejército de los idólatras arrasándolos por completo.
أَلَمۡ يَجۡعَلۡ كَيۡدَهُمۡ فِي تَضۡلِيلٖ
¿Acaso no desbarató sus planes?
وَأَرۡسَلَ عَلَيۡهِمۡ طَيۡرًا أَبَابِيلَ
Envió sobre ellos numerosas bandadas de pájaros
تَرۡمِيهِم بِحِجَارَةٖ مِّن سِجِّيلٖ
que les arrojaban piedras de barro (cocido).
فَجَعَلَهُمۡ كَعَصۡفٖ مَّأۡكُولِۭ
Y quedaron (destruidos como) si fueran forraje del que se alimentan los animales (y luego pisotean).
لِإِيلَٰفِ قُرَيۡشٍ
(Sorpréndete junto con los creyentes, ¡oh, Muhammad!) de las gracias a las que está acostumbrada la tribu de los Quraish[1].
1- Algunos exégetas opinan que esta sura es una continuación de la anterior y, por lo tanto, podría entenderse que lo que Al-lah hizo con la gente del elefante fue para garantizar la seguridad de la que gozaban los Quraish, la tribu más importante de La Meca a la que pertenecía el Profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz—, quienes eran grandes mercaderes y eran respetados por las tribus de los alrededores.
إِۦلَٰفِهِمۡ رِحۡلَةَ ٱلشِّتَآءِ وَٱلصَّيۡفِ
Están acostumbrados a viajar (con seguridad) en invierno (a Yemen) y en verano (a la Gran Siria).
فَلۡيَعۡبُدُواْ رَبَّ هَٰذَا ٱلۡبَيۡتِ
Que adoren, pues (en agradecimiento), al Señor de esta casa (la Kaaba)[1],
1- El Señor de la Kaaba se refiere a Al-lah.
ٱلَّذِيٓ أَطۡعَمَهُم مِّن جُوعٖ وَءَامَنَهُم مِّنۡ خَوۡفِۭ
Quien les proporciona alimento para que no padezcan hambre y seguridad para que no teman.
أَرَءَيۡتَ ٱلَّذِي يُكَذِّبُ بِٱلدِّينِ
¿Has reparado (¡oh, Muhammad!) en quien niega la resurrección y la rendición de cuentas?
فَذَٰلِكَ ٱلَّذِي يَدُعُّ ٱلۡيَتِيمَ
Ese es quien rechaza al huérfano
وَلَا يَحُضُّ عَلَىٰ طَعَامِ ٱلۡمِسۡكِينِ
y no alienta (a los demás) a alimentar a los pobres (ni los alimenta él mismo).
فَوَيۡلٞ لِّلۡمُصَلِّينَ
¡Ay de aquellos que rezan
ٱلَّذِينَ هُمۡ عَن صَلَاتِهِمۡ سَاهُونَ
de manera negligente (fuera de su debido tiempo, o no son constantes en la práctica del salat)!
ٱلَّذِينَ هُمۡ يُرَآءُونَ
Esos que rezan para que la gente los vea (y piensen que son piadosos)
وَيَمۡنَعُونَ ٱلۡمَاعُونَ
mientras que no prestan la mínima ayuda (a quien la necesita).
إِنَّآ أَعۡطَيۡنَٰكَ ٱلۡكَوۡثَرَ
Ciertamente (¡oh, Muhammad!) te hemos concedido (el río) Kauzar[1] (en el Paraíso).
1- Son muchas las descripciones de este río que forma parte de las abundantes gracias que Al-lah ha reservado para Su Profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— en el Paraíso; por ejemplo, que sus orillas son de oro y tiene perlas en su lecho, o que su agua es más blanca que la leche y más dulce que la miel.
فَصَلِّ لِرَبِّكَ وَٱنۡحَرۡ
Reza, pues, a tu Señor (con una fe sincera) y ofrece sacrificios (mencionando Su nombre).
إِنَّ شَانِئَكَ هُوَ ٱلۡأَبۡتَرُ
En verdad, quien te deteste será privado (de todo bien)[1].
1- Tras morir uno de los hijos del Profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— y quedarse sin ningún hijo varón, los idólatra empezaron a decir que el Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— no sería recordado en la posteridad porque se había visto privado de descendientes que lo ensalzaran y mencionaran. Entonces esta sura fue revelada desmintiendo lo que alegaban los idólatras, pues el Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— no ha dejado de ser recordado ni su nombre ha dejado de ser mencionado generación tras generación en todo el mundo.
قُلۡ يَـٰٓأَيُّهَا ٱلۡكَٰفِرُونَ
Diles (¡oh, Muhammad! a los idólatras)[1]: “¡Oh, ustedes que niegan la verdad!,
1- Esta sura fue revelada en respuesta a la sugerencia de un grupo de idólatras que estaban dispuestos a adorar a Al-lah por un año si el Profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— adoraba sus ídolos por un año.
لَآ أَعۡبُدُ مَا تَعۡبُدُونَ
yo no adoro lo que ustedes adoran
وَلَآ أَنتُمۡ عَٰبِدُونَ مَآ أَعۡبُدُ
ni ustedes adoran lo que yo adoro.
وَلَآ أَنَا۠ عَابِدٞ مَّا عَبَدتُّمۡ
Ni adoraré (nunca) lo que adoran
وَلَآ أَنتُمۡ عَٰبِدُونَ مَآ أَعۡبُدُ
ni ustedes adorarán lo que yo adoro.
لَكُمۡ دِينُكُمۡ وَلِيَ دِينِ
Ustedes tienen su religión y yo la mía”.
إِذَا جَآءَ نَصۡرُ ٱللَّهِ وَٱلۡفَتۡحُ
Cuando llegue el auxilio de Al-lah (a Su Profeta) y la liberación (de La Meca de la idolatría)
وَرَأَيۡتَ ٱلنَّاسَ يَدۡخُلُونَ فِي دِينِ ٱللَّهِ أَفۡوَاجٗا
y veas a la gente entrar en la religión de Al-lah en multitudes,
فَسَبِّحۡ بِحَمۡدِ رَبِّكَ وَٱسۡتَغۡفِرۡهُۚ إِنَّهُۥ كَانَ تَوَّابَۢا
glorifica a tu Señor con alabanzas y pídele Su perdón, (pues) Él acepta siempre el arrepentimiento.
تَبَّتۡ يَدَآ أَبِي لَهَبٖ وَتَبَّ
¡Que sean destruidas las manos de Abu Lahab!, ¡que él sea destruido![1]
1- Cuando el Profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— convocó a los habitantes de La Meca para anunciarles que había sido escogido por Al-lah como Profeta, su tío Abu Lahab —acérrimo enemigo del Islam— le dijo: “¡Que seas destruido!, para esto nos has llamado”. Al-lah le responde en esta aleya con las mismas palabras, diciendo que sea él el destruido por sus acciones contra el Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— y por su oposición a la verdad.
مَآ أَغۡنَىٰ عَنۡهُ مَالُهُۥ وَمَا كَسَبَ
De nada le servirán sus riquezas y sus hijos.