Y Adán y su esposa comieron del árbol; entonces sus partes íntimas aparecieron al descubierto y empezaron a cubrirse con hojas del Paraíso. Y Adán desobedeció a su Señor y se extravió.
(Al-lah) les dijo (a Adán, a su esposa y a Iblis): “Desciendan todos del Paraíso. Serán enemigos (ustedes y su descendencia) los unos de los otros. Recibirán de Mí una guía: quien la siga no se extraviará ni será desdichado (en la otra vida);
pero quien la rechace y se aleje de ella tendrá una vida llena de dificultades y haremos que comparezca (ante Nosotros) ciego el Día de la Resurrección”.
(Al-lah) le responderá: “Al igual que abandonaste Nuestra revelación cuando te llegó (y no quisiste ver la verdad), hoy te abandonaremos a ti (en el fuego)”.
Así es como castigaremos a quienes adoren a otras divinidades y no crean en la revelación (ni en las pruebas) de su Señor. Y el castigo de la otra vida es más severo y duradero.
¿Acaso no les sirven de ejemplo las generaciones que destruimos anteriores a ellos, a pesar de que pasan por delante de (las que fueron) sus viviendas (cuando viajan)? En verdad, en ello hay una lección para quienes están dotados de razón.
De no haber sido por lo que tu Señor decretó con anterioridad (acerca de posponer el castigo hasta una fecha fijada), este ya se habría abatido sobre ellos.
Sé paciente (¡oh, Muhammad!) con lo que dicen (sobre ti quienes rechazan la verdad) y glorifica a tu Señor rezándole antes de la salida del sol y antes de su puesta. Y reza también durante parte de la noche y durante el día para que quedes complacido (con la recompensa que se te ofrecerá).
Y no anheles los bienes terrenales que hemos concedido a algunos de ellos para su disfrute con el fin de ponerlos a prueba, pues lo que tu Señor te concederá (en la otra vida) es mejor y más duradero.
Y ordena a tu familia el salat[1] (¡oh, Muhammad!), y sé constante en su práctica. No te pedimos provisión alguna; Nosotros somos Quienes te proveemos. Y el buen final (en esta vida y en la otra) será para los piadosos (que temen a Al-lah).
1- Ver la segunda nota de la aleya 3 de la sura 2.
Y dicen (quienes desmienten la verdad): “¿Por qué no viene (Muhammad) con un milagro de parte de su Señor (como prueba de su veracidad)?”. ¿Acaso no han recibido la prueba (del Corán) que confirma las Escrituras anteriores (en las que se anunciaba tu llegada)?
Y si los hubiéramos destruido mediante un castigo antes de haberles enviado (a Muhammad), habrían dicho: “¡Señor!, ¿por qué no nos enviaste un Mensajero para que hubiéramos podido seguir Tu mensaje antes de haber caído en la humillación y en la desgracia (el Día de la Resurrección)?”.
Diles: “Todos (creyentes e incrédulos) estamos a la espera (de ver lo que sucederá); esperen, pues. Ya sabrán quiénes están en el camino recto y están bien guiados”.