Y teman el día en que habrán de regresar a Al-lah (para ser juzgados). Entonces, todos recibirán la recompensa que sus acciones hayan merecido y no serán tratados con injusticia.
¡Gentes!, teman a su Señor, Quien los creó a partir de un solo ser (Adán) y creó de él a su pareja, e hizo que de ambos surgieran y se diseminaran por la tierra multitudes de hombres y mujeres. Y teman a Al-lah, en Cuyo nombre se reclaman mutuamente (sus derechos), y mantengan los lazos familiares [1]. Ciertamente, Al-lah los observa (en todo momento).
1- El mantener los lazos familiares es de suma importancia en Islam, hasta el punto de que hay un dicho del Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— que dice: “No entrará al Paraíso quien corte (sus relaciones) con los familiares más cercanos”. Asimismo, lo primero que Al-lah ordena en varias aleyas tras prohibir que se adore a otros fuera de Él es que se trate bien a los padres, lo que demuestra la importancia que el buen trato familiar tiene en el Islam.
Al-lah les ordena devolver a sus dueños lo que les hayan confiado y que, cuando juzguen a los hombres, lo hagan con equidad. ¡Qué bueno es aquello a lo que Al-lah los exhorta! Ciertamente, Al-lah todo lo oye y todo lo ve.
¡Gentes!, les ha llegado el Mensajero de Al-lah con la verdad procedente de su Señor. Crean, pues, en él; es mejor para ustedes. Y si no lo hacen, (su incredulidad no perjudicará en nada a Al-lah, pues) a Él pertenece todo cuanto existe en los cielos y en la tierra. Y Al-lah es Omnisciente y Sabio.
Este (Corán) es un mensaje para los hombres con el fin de advertirlos y de que sepan que Él es un Dios Único, y para que reflexionen los hombres de buen juicio.
Y, ciertamente, hemos expuesto con claridad a los hombres en este Corán todo tipo de ejemplos y explicaciones, pero la mayoría de la gente rechaza (la verdad y no acepta) sino la incredulidad.
¡Oh, gentes!, teman a su Señor y teman el Día (de la Resurrección) en que nada podrá hacer un padre por su hijo ni un hijo por su padre. La promesa de Al-lah es cierta. No se dejen seducir por la vida mundanal ni dejen que el seductor (el Demonio) los engañe sobre Al-lah.
¡Oh, gentes!, recuerden los favores que Al-lah les ha concedido. ¿Hay algún creador fuera de Al-lah que les proporcione sustento del cielo y de la tierra? No existe ninguna divinidad (verdadera) con derecho a ser adorada excepto Él; ¿cómo pueden, pues, apartarse de Él?
¡Oh, gentes!, la promesa de Al-lah es cierta. No se dejen seducir por la vida mundanal ni por el seductor (del Demonio porque se apartarían del camino de Al-lah).
Ciertamente, el Demonio es un enemigo su; tomadlo, pues, como el enemigo que es. Él invita a quienes lo siguen a ser de los habitantes del fuego abrasador.