Y (Abraham) ordenó a sus hijos la sumisión a Al-lah, así como Jacob (diciendo): «¡Hijos míos!, Al-lah ha escogido, en verdad, para vosotros la religión (del islam). No muráis, pues, sino sometidos a Él (como musulmanes)».
O acaso estabais presentes (vosotros, judíos) cuando la muerte le llegó a Jacob y dijo a sus hijos: «¿A quién adoraréis tras mi muerte?». Dijeron: «Adoraremos a tu Dios, el Dios de tus ancestros Abraham, Ismael e Isaac, (adoraremos) al Dios Único; y nosotros nos sometemos a Él».
Todos los alimentos eran lícitos para los hijos de Israel, excepto lo que el propio Israel (Jacob) prohibió para sí antes de que la Torá fuera revelada. Diles (¡oh, Muhammad!): «Traed la Torá y leedla[1] si sois veraces (cuando decís que fue Al-lah quien le prohibió tales alimentos)».
1- La Tora demuestra que todos los alimentos eran lícitos para los judíos antes de su revelación, y que Al-lah les prohibió después varios alimentos como castigo, debido a su iniquidad y transgresión. Si Jacob se prohibió a sí mismo la carne de camello y su leche antes de la revelación de la Torá, fue para cumplir la promesa que Le hizo a Al-lah, cuando Jacob estaba muy enfermo, de dejar de tomar los mejores alimentos existentes si Él lo curaba de su afección. Aunque este tipo de votos o promesas no son recomendables actualmente, eran prácticas comunes entonces y completamente lícitas.
Y, ciertamente, te hemos transmitido el mensaje (¡oh, Muhammad!) al igual que hiciéramos con Noé y con los profetas que lo sucedieron. Y transmitimos el mensaje, a Ismael, a Isaac, a Jacob, a las tribus de Israel, a Jesús, a Job, a Jonás, a Aarón y a Salomón. Y otorgamos los Salmos a David.
Y le concedimos a Isaac y a (este le concedimos a) Jacob, a ambos los guiamos; y guiamos con anterioridad a Noé. Y de entre su descendencia (guiamos) a David, a Salomón, a Job, a José, a Moisés y a Aarón. Así recompensamos a quienes hacen el bien.
Y cuando se alejó de ellos y de lo que invocaban (y adoraban) fuera de Al-lah, le concedimos a Isaac, y a (este le concedimos a) Jacob. Y ambos fueron profetas.
Y le concedimos a Isaac, y (a este) a Jacob; e hicimos que de su descendencia surgieran también profetas a quienes otorgamos Escrituras. Y lo recompensamos en esta vida, y en la otra estará entre los rectos y virtuosos.