قَالُواْ يَٰذَا ٱلۡقَرۡنَيۡنِ إِنَّ يَأۡجُوجَ وَمَأۡجُوجَ مُفۡسِدُونَ فِي ٱلۡأَرۡضِ فَهَلۡ نَجۡعَلُ لَكَ خَرۡجًا عَلَىٰٓ أَن تَجۡعَلَ بَيۡنَنَا وَبَيۡنَهُمۡ سَدّٗا
Le dijeron: «¡Oh, Dhul Qarnain!, los pueblos de Gog y Magog[1] corrompen la tierra. ¿Podrías construir entre ellos y nosotros una barrera a cambio de una remuneración de nuestra parte?».
1- Gog y Magog, en árabe Ya’yuj y Ma’yuj, eran dos pueblos asiáticos muy poderosos que sembraban la corrupción y derramaban sangre en la tierra. Se ha narrado que tenían caras anchas y ojos pequeños y que eran descendientes de Noé —la paz de Al-lah esté con él—. Una de las señales de la inmediatez de la llegada de la Hora final, tras el regreso de Jesús —la paz de Al-lah esté con él— a la tierra, será la liberación de estos dos pueblos que saldrán del lugar donde se hallan escondidos, cuando la barrera que los contiene sea derruida por completo, y volverán a corromper la tierra intentando acabar con todos los creyentes. Al-lah enviará finalmente contra Gog y Magog un tipo de gusanos que acabarán con ellos, pues los hombres no serán capaces de vencerlos en una época en la que predominará el mal.
فَمَا ٱسۡطَٰعُوٓاْ أَن يَظۡهَرُوهُ وَمَا ٱسۡتَطَٰعُواْ لَهُۥ نَقۡبٗا
Y Gog y Magog no pudieron escalarla ni abrir brecha en ella.
قَالَ هَٰذَا رَحۡمَةٞ مِّن رَّبِّيۖ فَإِذَا جَآءَ وَعۡدُ رَبِّي جَعَلَهُۥ دَكَّآءَۖ وَكَانَ وَعۡدُ رَبِّي حَقّٗا
(Dhul Qarnain) dijo: «Esto (la barrera que he construido y que os protege de la corrupción de Gog y Magog) se debe a la misericordia de mi Señor (para con los hombres). Y cuando llegue Su promesa (de la salida de ambos pueblos como señal de la proximidad de la Hora), derribarála barrera; y la promesa de mi Señor es cierta.
وَحَرَٰمٌ عَلَىٰ قَرۡيَةٍ أَهۡلَكۡنَٰهَآ أَنَّهُمۡ لَا يَرۡجِعُونَ
Y decretamos que ningún pueblo al que hubiéramos destruido(por negar la verdad) regresaría a este mundo
حَتَّىٰٓ إِذَا فُتِحَتۡ يَأۡجُوجُ وَمَأۡجُوجُ وَهُم مِّن كُلِّ حَدَبٖ يَنسِلُونَ
antes de la liberación de las tribus de Gog y Magog (poco antes de la Hora final), cuando estas desciendan presurosas de todas partes (sembrando la corrupción).