وَبَيۡنَهُمَا حِجَابٞۚ وَعَلَى ٱلۡأَعۡرَافِ رِجَالٞ يَعۡرِفُونَ كُلَّۢا بِسِيمَىٰهُمۡۚ وَنَادَوۡاْ أَصۡحَٰبَ ٱلۡجَنَّةِ أَن سَلَٰمٌ عَلَيۡكُمۡۚ لَمۡ يَدۡخُلُوهَا وَهُمۡ يَطۡمَعُونَ
Y entre ellos habrá una separación (el muro del paraíso); y sobre dicho muro divisorio habrá hombres[1] que reconocerán a todos (a los habitantes del fuego y del paraíso) por sus señales[2]. Llamarán a los habitantes del paraíso y les dirán: «La paz esté con vosotros». Ellos no habrán entrado en él, pero estarán deseosos de hacerlo.
1- Los hombres o gentes del muro son personas que tendrán tantos pecados como buenas acciones, y deberán aguardar hasta el final para que Al-lah decida sobre ellos y sobre su destino.
2- Los habitantes del paraíso tendrán el rostro iluminado por la fe, mientras que los rostros de los habitantes del infierno estarán ensombrecidos.
۞وَإِذَا صُرِفَتۡ أَبۡصَٰرُهُمۡ تِلۡقَآءَ أَصۡحَٰبِ ٱلنَّارِ قَالُواْ رَبَّنَا لَا تَجۡعَلۡنَا مَعَ ٱلۡقَوۡمِ ٱلظَّـٰلِمِينَ
Y cuando sus ojos se dirijan hacia los habitantes del fuego, dirán: «¡Señor, no nos incluyas entre la gente injusta!».
وَنَادَىٰٓ أَصۡحَٰبُ ٱلۡأَعۡرَافِ رِجَالٗا يَعۡرِفُونَهُم بِسِيمَىٰهُمۡ قَالُواْ مَآ أَغۡنَىٰ عَنكُمۡ جَمۡعُكُمۡ وَمَا كُنتُمۡ تَسۡتَكۡبِرُونَ
Y los hombres del muro llamarán a otros hombres que reconocerán por sus señales (por sus rostros apesadumbrados) y les dirán: «De nada os ha servido todo lo que acumulasteis (en la vida mundanal), ni tampoco vuestra arrogancia».