وَٱلَّذِينَ فِيٓ أَمۡوَٰلِهِمۡ حَقّٞ مَّعۡلُومٞ
y dan de sus bienes una parte en caridad
وَتُحِبُّونَ ٱلۡمَالَ حُبّٗا جَمّٗا
y amáis la riqueza en exceso.
يَقُولُ أَهۡلَكۡتُ مَالٗا لُّبَدًا
Dice (jactándose): «He dilapidado una gran fortuna»[1].
1- Esta aleya fue revelada después de que un enemigo del islam, contemporáneo del Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz—, se jactara de haber gastado una parte importante de sus riquezas en combatir la religión de Al-lah. También es extensible a todo aquel que tenga una actitud similar.
أَيَحۡسَبُ أَن لَّمۡ يَرَهُۥٓ أَحَدٌ
¿Acaso piensa que nadie lo ha visto?
وَأَمَّا مَنۢ بَخِلَ وَٱسۡتَغۡنَىٰ
Mas a quien sea avaro, se crea autosuficiente
وَكَذَّبَ بِٱلۡحُسۡنَىٰ
y niegue lo más sublime,
فَسَنُيَسِّرُهُۥ لِلۡعُسۡرَىٰ
le facilitaremos (el camino del mal que conduce al fuego del infierno).
وَمَا يُغۡنِي عَنۡهُ مَالُهُۥٓ إِذَا تَرَدَّىٰٓ
Y de nada le servirán sus riquezas cuando perezca y entre en el fuego.
ٱلَّذِي يُؤۡتِي مَالَهُۥ يَتَزَكَّىٰ
ese que da de sus riquezas (en obediencia a Al-lah) para purificarse,
ٱلَّذِي جَمَعَ مَالٗا وَعَدَّدَهُۥ
(¡Ay de) aquel que acumula bienes y los cuenta (continuamente)
يَحۡسَبُ أَنَّ مَالَهُۥٓ أَخۡلَدَهُۥ
(y) cree que sus riquezas lo harán vivir eternamente.
مَآ أَغۡنَىٰ عَنۡهُ مَالُهُۥ وَمَا كَسَبَ
De nada le servirán sus riquezas y sus hijos.